lunes, 14 de abril de 2014

ORQUESTA SINFÓNICA





El pasado día, viernes 28 de marzo, gracias al profesor de la asignatura de música, Francisco Martínez quien nos proporcionó las entradas, acudimos algunos alumnos del grupo 362 de Formación de profesorado al Auditorio Nacional de Música, para escuchar una orquesta sinfónica del RCSMM.

El Real Conservatorio Superior de Música de Madrid es uno de los principales garantes de la formación musical y profesional de los estudiantes de música. Tiene, como uno de sus objetivos principales, proporcionarles una formación orientada a su incorporación al mundo profesional y laboral.

Por ello y para abrir las puertas al público, se han institucionalizado las distintas agrupaciones del RCSMM, ofreciendo actuaciones como a la cual acudimos, es una forma para que ellos tengan un contacto directo y mejoren poco a poco, y para que las personas podamos acercarnos más a la música y poder conocerlo.

Pudimos escuchar a un clarinete nobel en el Concierto en La Mayor de Mozart, con un Director experimentado.

El programa fue el siguiente:

Aun siendo este el programa, al terminar pudimos disfrutar de una zarzuela: ”Agua, azucarillos y aguardiente”.

Nunca antes habia acudido al Auditorio Nacional de Música, fue increíble verlo, es un edificio muy bonito tanto por fuera como por dentro, impresiona su estructura interior, la distribución, las grandes lámparas que tiene, el escenario etc., fue algo que realmente me gusto verlo.

Pudimos disfrutar de la música, escuchamos los sonidos, y gracias a que habíamos estudiado previamente la orquesta y sus instrumentos musicales, distribución etc., yo creo y personalmente puedo decir, que comprendimos mejor la obra y pudimos ver en vivo y en directo aquello que habíamos estudiado en la teoría, de esta forma siempre se aprende mejor y se queda grabado. Al conocer los instrumentos, pudimos centrarnos en cada uno de ellos, diferenciar sonidos, a su vez las familias. Tras acudir pude observar y sentir que durante este año he aprendido muchas cosas, llegar a ver la música con otros ojos, comprender y saber muchas cosas que antes no sabía, me sentí bastante bien.

Me pareció muy llamativo que estuviese completamente lleno, y que fuera por la noche lo hacía en 
cierta forma más especial. Después de esta experiencia puedo decir que repetiría y que disfrute bastante de la orquesta, creo que siempre que aprendemos algo teóricamente hay que llevarlo en cierto modo o si puede ser al completo a lo práctico, siempre es más personal, y más significativo.